Hace unos días la Unión Europea ha prohibido la pesca de arrastre a profundidades superiores a 800 m y ha aumentado el control sobre esta arte de pesca para profundidades menores. Es esta una gran victoria de todas las organizaciones que han luchado durante años por la abolición de tan destructiva forma de pesca.
La pesca de arrastre es una forma de pesca no selectiva, mediante la cual se arrastran cadenas y redes sobre el lecho marino arrasándolo todo a su paso, un auténtico desaguisado, por el cual se extraen del mar diferentes seres vivos, muchos de ellos sin valor comercial, y que terminan siendo devueltos al mar muertos o agonizantes. Hasta el 60% de la captura puede llegar a ser desechado y devuelto al mar.
Esta prohibición afecta solo a aguas territoriales europeas, pero puede ser el primer paso para la eliminación a escala global de tan perniciosa y poco selectiva forma de pesca que termina con ecosistemas enteros. Además, se da la circunstancia de que estas aguas profundas son un sumidero natural de dióxido de carbono, pudiendo por tanto contribuir la conservación de estos lechos marinos a la minoración de los efectos derivados de la acumulación de CO2 en la atmósfera.
Gracias a todos aquellos que desde vuestra tenaz y perseverante lucha lo habéis hecho posible.